martes, 17 de junio de 2008

Recuerdos



-Date prisa, Mariano. Deja de tocarte la cosita, anda


.Sara asoma el brazo por un lado, buscando una toalla, pero al no encontrarla, abre la cortina de la ducha, sin nada.


-Buenos días, tito. ¿Me pasas la toalla?


-Joder. Joder, de verdad.Coge una toalla y la cubre con ella.


-Sujétala, por favor, ¿vale? Joder. Sara tan sólo ríe.


-¿Pero qué pasa? Ni que no hubieses visto nunca a una mujer desnuda.


-Mira, Sara, la próxima vez que me vuelvas a enseñar las partes de tu cuerpo que no tengo porqué ver, vamos a ir los dos a hablar con tu padre, ¿vale?


-Vale, vale. Estás un poquito tenso, ¿no? ¿Que es por la boda de Silvia?


-¿Pero qué dices ahora?


-No, que siempre queda algo con una ex, ¿no? Y tú la quieres mucho. Es normal que estés triste.


-Pues no estoy triste. Vamos, estoy contento de que rehaga su vida, ¿sabes?


-¿En serio?


-Sí.


-¿No te importa que se case con otro?


-No, no me importa nada. Y la cremita te la das luego en tu casa, así que venga, vístete rápido, por favor.


-Espera, Lucas.


-¿Qué?


-Que... bueno, que... ahora ya sabes lo que siento por tí, que sabes que te quiero, que te quiero desde siempre. Y ya no puedes hacer como que no te enteras. Tienes que decirme algo.Lucas se queda en silencio.


-...Tienes que decirme sí o no, Lucas. Sí o no. Pero Mariano, que escucha detrás de la puerta, entra, antes de que Lucas llegue a responder.


-Hola, Sara. Eh... Lucas quiero hablar contigo un momento.Salen del baño.








-¡Cenicienta! Ya han dado las doce.


- Es que yo ni calabaza, ni carroza, ni hada madrina ni nada. ¿Qué eso?


-¿El qué?


-Eso.


-¿Esto? Esto es un regalo que tendrás que abrir dentro de un año, dos meses y cinco días.Sara lo coge y lo abre, descubriendo una bola del mundo.


-Hasta dentro de un año, dos meses y cinco días. A ver si lo entiendo, esto es como una cartilla de ahorro, ¿y dentro de año y medio te dan los intereses?


-Sí, algo así.


-A mí es que lo de ahorrar nunca se me ha dado bien. Yo me lo fundiría todo en un segundo. Cierra los ojos, ciérralos. Dame tu dedo. A ver dónde nos llevan mis ahorros.Hace girar la bola.


-Madagascar. África. Me gusta.


-¿Te gusta?-Pero... no sé si podríamos. ¿Sabes qué me ha dicho mi madre? Que la pistola no registrada de mi padre, la guarda ella en la mesita de noche.


-Ya... está la automática, ¿no? ¿De qué te ríes?


-¡Que es broma!


-La madre que te parió...


-Que no, que me ha dicho que ella entiende que tú y yo... bueno, que... que ella ya no va a ser un problema.


-¿En serio?Sara asiente con la cabeza y se va acercando poco a poco, besándole, pero él le aparta un poco.


-Espera. Todavía está tu padre. Pero bueno... digo yo que un beso, así... en la comisura... tampoco es una cosa... ¿no?


-Es como pedir un adelanto.


-Claro.


-En caso de urgencia, se puede pedir un adelanto.Los dos se ríen.Y se besan.


-Espera... ¿Te vas a fundir los ahorros de un año, eh?Se quedan en silencio, mientras Lucas la besa en la frente, marchándose después.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola soy Raquel, este blog es genial :) No sabía si comentarte o no por que me daba un poco de corte pero al final me he animado : )

Me pasaré mas a menudo : )

¡ Pedazo de blog !

Anónimo dijo...

Holaaaaaaa q tal?????????????

Me encanta la historia de esta pareja, estoy super enganxada!!!!!!

 

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